
Es difícil hacer un robot volador parecido a un insecto: los bots realistas de cuatro alas suelen ser demasiado pesados, mientras que los modelos más ligeros de dos alas tienden a volar de forma errática. Sin embargo, los investigadores de la USC (Universidad del sus de california) se han acercado un paso más hacia la máquina de los sueños. Han creado Bee+, un robot de cuatro alas (foto abajo) que vuela con más agilidad y equilibrio de insectos reales mientras que pesa un poco más de 0.003 oz. El truco consistía en dejar caer los actuadores bimorfos anteriores, los voladizos hechos de dos capas de material piezoeléctrico con una capa pasiva en medio, con unimorfos que solo tienen una capa piezoeléctrica. Los cuatro actuadores combinados pesan la mitad de lo que lo harían los bimorfos a poco menos de 0.002 oz, lo que reduce la carga del ala y mejora significativamente el control.
Todavía hay mucho, mucho trabajo por hacer antes de que haya insectos robóticos en servicio. Bee + vuela atado, ya que evita que el equipo factorice una batería en el diseño. El tamaño también es una preocupación. Mientras que el robot es solo un poco más grande que un centavo, todavía es mucho más grande y pesado que la mayoría de los insectos reales.
Sin embargo, esto resuelve uno de los problemas más grandes para los minúsculos robots voladores. Y, lo que es más importante, los bots del tamaño de Bee + aún podrían ser útiles para una serie de tareas, como explorar áreas peligrosas y ubicar a sobrevivientes en edificios colapsados. El desafío es simplemente diseñar un robot que pueda transportar una carga útil completa sin dejar de ser lo suficientemente pequeño como para caber en espacios excepcionalmente reducidos.